Aprovechando que hoy es fiesta en Murcia, por la romería, y que no trabajo, he aprovechado el día para dar un largo paseo por las márgenes del río. A pesar de que el verano ya va de capa caída, y el otoño se aproxima a pasos agigantados, aún da gusto ver la vegetación y la fauna que pueblan nuestros bonitos rincones y paisajes. Se reconforta uno y se llena de serenidad.
¿Qué otra cosa se puede sentir, viendo a esa esbelta garza, posada sobre las serenas aguas de nuestro azud a la espera del paso por sus aledaños de algún confiado pececillo?
Algunos no saben lo que se pierden, estando horas y horas delante de la tele.
miércoles, 12 de septiembre de 2007
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